El sonido insistente de su teléfono interrumpió sus pensamientos. Lo tomó con rapidez y, al ver el identificador de llamadas, respondió sin preámbulos.
—¿Han accedido? —preguntó con impaciencia, incluso antes de que Danny pudiera hablar.
—Todavía no, señor —respondió Danny con cautela—. Estoy en el