—Papá, ¿puedes darme de comer?
Paola, intrigada, miró a Dereck para ver cómo reaccionaría. Él levantó la cabeza y se volvió hacia Clara con una sonrisa.
—Claro, hermosa.
Tomó una cuchara de su plato y se la ofreció. Clara masticó el bocado con tanta felicidad que su rostro parecía brillar.
—¡Papá, y