LXI: Especial.
Hace veinticuatro años...
—¿Cómo es eso que nunca vas a poder quedar embarazada?— Ignacio Longwoth se cubrió el rostro con ambas manos a modo de frustración.
—Me acaban de llegar los resultados. No puedo tener hijos por mi cuenta.— Agregó Malak llena de tristeza. Pero después sonrió, —Pero, ¿Qué te parece si adoptamos un bebé?
—¡Eso es una locura!— Ignacio golpeó fuertemente el escritorio con la palma de su mano, —¿Cómo se te ocurre que yo voy a hacer eso? Yo necesitaba un bebé de mi sangre y que sea varón.
—Varón o hembra. Pero de igual manera lo vamos a amar y...
—¡Tiene que ser un varón y punto! No quiero hembras acá en la mansión. Necesito un varón que en un par de años pueda asumir el liderazgo de este negocio.
La conversación se dió por terminada. La oficina de Ignacio Longwoth para esa época era claramente diferente. Los colores de la pared eran de un rojo vivo y habían estante y archiveros metalizados en dos áreas laterales del lugar.
—¿Entonces cómo vamos a tener un bebé? ¿Ti