—No sé en qué momento ofendí a esa mujer, desde que la conozco solo me ha estado insultando —Walter apretó los dientes, casi rompiéndolos.
Jacob aclaró la garganta y sonrió con amargura. —Es su amiga, así son las cosas. Siempre defiende a sus amigos.
Y además...
—Yo creo que lo que dice tiene razón —Jacob murmuró en voz baja.
Walter lo miró de inmediato, sus ojos entrecerrados. ¿Qué dijo?
—Jacob, ¿estás bien? ¿Ahora también hablas a favor de esa mujer? ¿No eras tú el que despreciaba a estas estrellas? —Walter lanzó una sutil burla.
Jacob frunció el ceño. —¿Desde cuándo desprecio a estas mujeres? Siempre he admirado a Yolanda, ¡una chica tan joven en esta posición!
Walter entrecerró los ojos. ¡Vaya! Sabía bien lo que estaba pensando Jacob.
Justo en ese momento, Yolanda volvió a arremeter. —Mariana, si realmente vuelves con Walter, te perderé todo respeto. ¡Prepárate a quedarte sin amigos!
—Ese tipo es un completo idiota, ¡ni regalado lo querría! ¡Lo patearía con todas mis fuerzas! ¡Cual