Tomás estaba en el salón de clases y a lo lejos veía a Alejandra, quería acercarse y pedirle disculpas por lo que había sucedido, pero ella se había comportado muy extraña la noche anterior y esa mañana lo ignoró por completo cuando llegó a clases.
—¿Nada que te responde Josef? —preguntó Alejandra a Keidys sentada a su lado en el salón de clases.
—No... él siempre responde mis llamadas, no estamos enojados o algo por el estilo —explicó Keidys.
—Y Josef no es de los que faltan a clases por que sí, además, no le gusta preocupar a las personas y mucho menos si eres tú —dijo Alejandra.
—¿Qué habrá pasado? —inquirió Keidys preocupada.
—¿Será que su madre se complicó? —preguntó Alejandra.
—Ay ojalá