En los muchos años por venir, Sebastián estaría agradecido de que Scarlett cediera, una vez más.
Podía ver la lucha en sus ojos y el fuego familiar que la habría llevado a cancelar el trato, pero durante varios largos segundos, no dijo nada. Así que él tomó eso como una señal de aceptación y la arrastró lejos.
No estaba seguro de qué habría hecho si Scarlett hubiera elegido a Scott. No era como si realmente pudiera mantenerla alejada del líder del caso de su madre. Había investigado durante muchos años, solo para poder darle lo que ella quisiera cuando lo quisiera.
Simplemente no a Scott.
O a cualquier otro hombre.
—No sabía que te interesaban los cabezas huecas. —Sebastián apretó la mano de Scarlett de manera punitiva cuando notó que, mucho después de haber llegado a la pequeña mesa al otro lado de la sala donde estaba Scott, ella seguía mirando en esa dirección.
Ella frunció el ceño ante su pulla. ¿Cuál era su problema? Desde que entró al evento de Ava, él había sido una molestia sin