Ni siquiera intento comer un poco o beber algo que Lucifer me traiga. Porque sus gustos alimenticios no son normales, como todo en él. Por lo que, intento pensar en otra cosa, mientras él ventila mi rostro, el cual seguramente debe estar muy pálido.
— Querida, ¿te encuentras bien? — pregunta él preocupado.— Bueno… ¿Cómo me veo?— Como una enferma. Creo que deberíamos ir ahora mismo con el hombre lobo que encontré. — dice él preocupado.— Te sumo puntos por preparar la comida y preocuparte por mi salud. Sin embargo, te los quito por hacerme vomitar al comer cosas tan desagradables. — digo sintiendo que al menos de esto no voy a morir.La sonrisa que había tenido cuando dije que le sumaba puntos, poco a poco desaparece al escuchar que le he restado puntos. Su rostro incluso se ve bastante chistoso en comparación a otros mo