Mis palabras son muy sinceras, es normal que sea directa con los alfas que solo intentan de una forma desesperada complacerme como si tuvieran miedo de que les hiciera daño de una u otra forma.

‘No, espera un momento, es imposible que una omega le haga daño a alguien así.’ Me digo mentalmente.

Así que, me preocupa que sea algo mucho peor que con los Krauss. Por eso, analizo al hombre frente a mí que retrocede con dolor, como si fuera lo peor del mundo, incluso, aleja su mirada y respira profundo mientras intenta controlar sus feromonas.

— Lucifer…

— Dame un segundo, por favor, necesito procesarlo todo.

— Señor Lucifer…

— Josh. Para ti soy Josh. No me llames así, ese apodo no define quien soy y deseo ser contigo. — responde Lucifer y yo me limito a asentir.

Por lo que, me quedo en silencio sin saber que hacer, porque no puedo atreverme a hacer en