El rostro de Ethan era de sorpresa máxima, me miraba incrédulo.
- No, no, de ninguna manera, no lo harás, es peligroso, muy peligroso, escucha cariño, sé que quieres ayudarme, pero no lo harás -
Para ese momento mi ánimo ya había vuelto a su sitio completamente y estaba feliz de tenerle de vuelta.
- Oh vamos Ethan, deja de ser un anticuado viejito cascarrabias, déjame ir, soy buena en ello y puedo ayudarte -
Se que puedo hacerlo, ayudarle, estoy entrenada para ello, es cierto que no he tenido mucha práctica, pero aún recuerdo algunas cosas.
- No dudo que puedas hacerlo, el problema es que es peligroso y no quiero verte llorando o peor aun sangrando -
- No me verás de ninguna de las dos formas, además, no necesito tu permiso -
Me crucé de hombros y volteé hacia otro lado, si lo sé, era infantil y muy de niñita de primaria, pero era verdad, no necesitaba su aprobac