Mundo ficciónIniciar sesión。 ٬٬⌠ Claudia ⌡‧₊˚
El mármol del tribunal italiano brillaba con un resplandor casi irónico.
Demasiado pulcro, demasiado blanco para todo lo que allí se juzgaba.Me senté detrás del estrado, con las manos entrelazadas sobre el regazo. Las palmas todavía tenían marcas de lo que alguna vez fue miedo. Frente a mí, Tomasso —el hombre que había destruido mi familia, que había perseguido mi nombre, que me había querido convertir en una pieza de su juego— estaba sentado, esposado, con esa serenidad fingida que solo tienen los monstruos cuando creen que aún controlan la escena.
El murmullo de la prensa era una corriente constante: cámaras, flashes, los susurros e







