Bobby captó la indirecta de Jaime a través de su mirada, Así que trotó hacia Belén y la detuvo.
—Jefa, saldremos a cenar. ¿Vienes con nosotros?
Belén negó con la cabeza y rechazó su oferta.
—No, no iré. Debo regresar a mi dormitorio para desempacar y acomodar mis cosas.
—De acuerdo. — Bobby levantó el teléfono y le propuso—. Intercambiemos nuestros números. Si alguien se atreve a intimidarte, puedes pedirnos ayuda.
Jaime asintió en silencio.
Belén sonrió con gentileza y dijo:
— No se preocupen, chicos, nadie me pondrá una mano encima, por el contrario, ustedes dos deben cuidarse. Si alguien nos intimida, pueden llamarme.
Sacó su teléfono y lo intercambió con Bobby, introdujo su número de contacto y se lo entregó. Solo entonces, Belén se disculpó y se marchó.
Como fue la primera en llegar a su dormitorio doble, aún no había conocido a su compañera de cuarto. Si planeaba quedarse allí por un tiempo para recuperar algunos recuerdos, sería necesario que se hiciera amiga de su com