Dejó a Liliana en su dormitorio y se sentó en el balcón, necesitaba aire fresco. Las palabras de su hija le tocaron la conciencia. 

- Si supiera porque nos distanciamos… quizás no estaría tan animada con la idea- se decía.- … Es algo que no debe saber una niña...jamás se lo diré.- concluyó Anais.

“ Le tengo que preguntar por esos pagos en la clínica y el banco” “ Es probable que lo niegue…”- Entró nuevamente al living decidida a hablarle.

- ¡Tom! Debo preguntar…- entró a su habitación y se quedó pasmada ante la imagen de su ex marido, se había quitado la toalla de la cintura en el momento en que ingreso. Era un acto inocente de su parte, su cara decía que no le escuchó, sintió como le subió el calor a sus mejillas.

- Anais- se secaba el cabello relajado el