Cuando llegó a casa, Tom tenía el plato principal de la cena preparado, Anais se ofreció a hacer las ensaladas.
Cortaba los vegetales con la cabeza empantanada en sus pensamientos.-
- ‘’¿Qué haré con este bebé? Si le digo a Tom, ¿qué cara pondrá? ¿Cómo cuidaré a dos niños?’’- las preguntas llegaban en tropel a su mente.
Tom le abrazó por la espalda, le rodeó por la cintura y le besó la parte posterior del cuello. Ahí en ese minuto, reaccionó, se puso roja.-
- Hueles bien…- le dijo cerca de la oreja.
- Es el perfume de siempre...- siguió cortando el apio- …le dio otro beso en la mejilla.- … no me desconcentres…- le pidió con suavidad.
- Esa es la idea