Entonces el señor Bomel Taharino interrumpió diciendo “Este día hemos sido libertados de un ataque, pero es necesario que cambiemos nuestra morada, pues también hemos sido testigos de un devorador que es capaz de hablar como nosotros y mantener la cordura, por lo que no podemos tomar las cosas con ligereza”.
La comunidad comenzó de inmediato con su tradicional travesía, con la diferencia que esta vez no había temor de una persecución, más bien los vientos de libertad se hacían sentir y un canto entre los presentes comenzó a florecer:
“En medio de la tempestaaaaad
Un guerrero ha nacido
Puedes ver su caminaaaaar
Su nombre es Takashiro
Nadie lo podrá venceeeeer
Su fuerza es descomunal
Si lo ves apareceeeeeer
Es el héroe de la humanidad
La esperanza tiene un nombre nuevo, la esperanza de un respiro
El día vio la luz de un guerrero, su nombre es Takashiro”.
Para el joven guerrer