CAPÍTULO 24
Punto de vista de LISA
Respirando con dificultad, Ava y yo corrimos a su habitación. En cuanto entró, cerró la puerta y se apoyó en ella. Soltó un largo y pesado suspiro, y lo oí.
Habíamos escapado por los pelos, así que yo también respiraba agitadamente. "¿Quién demonios era ese?", preguntó Ava. "Sí, yo tampoco lo sé", dije mientras me secaba la cara. Apoyándose en la puerta, Ava se acercó a mí. Respondí: "Estuvo a punto de ser descubierta". "Alguien nos habría visto.
Y esa persona no se habría quedado callada". Ava negó con la cabeza y le dio un beso con los dientes. "Decidí huir solo porque tú lo hiciste.
Si no, me aseguraría de que el testigo no pudiera revelar lo que vio". Ava se acercó a la cama y se sentó. Me senté a su lado y nos quedamos allí, mirando al vacío en silencio durante un largo rato. Me sentía incómoda.
Sabiendo que me acostaba con otra persona, me pregunté si aún querría que me casara con su hermano. La extrañeza de la habitación me inquietaba, y no q