Aura
Cuando abro los ojos puedo ver a Iktan dormido en el sofá que se encuentra en la habitación en la que estoy.
No diré que es un sillón incómodo porque es lo suficientemente grande para que quepa en el pero su postura me dice que pasó mala noche.
Me levanto de la cama y tomo mi ropa para hoy. Camino hasta el baño y decido cambiarme ahí. No quiero provocar de nuevo a Iktan por qué estoy segura de que no se revelará ante mi tan fácilmente como lo hizo Edahi.
Tal vez te estás preguntando por qué estoy actuando con tanta normalidad ante está situación, y la verdad es que estoy muy asustada, demasiado porque estoy rodeada de lobos, suponiendo que todos en esta reserva sean lobos, incluyendo a la abuela y madre de Iktan.
Pero también me causa mucha, muchísima curiosidad porque siempre fui amante de lo diferente, vampiros, hombres gato con cabelleras sexis, hombres lobo...claro que todo eso lo leí en los libros que mi padre me compraba.
Eran romances extraños pero yo, quería siempre