El fin de semana estaba en la mansión como se estipulaba en el contrato. Decidí no contarle a Adam que me había hecho una prueba de embarazo. Fue una falsa alarma, salió negativa. Comenzaba a preocuparme el hecho de no quedar embarazada, ya llevábamos cuatro meses intentando y no sucedía nada.
Sabía que tenía toda la capacidad de quedar embarazada, no tengo ningún problema, aunque no sabía si sucedía el mismo caso en Adam. Tal vez y por eso quería tener un hijo, porque le dijeron que tenía pocas probabilidades.
Mientras me terminaba de duchar, Adam entró al baño completamente desnudo y abrió la puerta corrediza de cristal, me barría de pies a cabeza con una mirada seductora. Intentaba no cohibirme con su presencia, sería bastante ridículo porque la noche anterior habíamos tenido sexo.
—¿Qué sucede? &mdash