Capítulo 13. Escapó
Aria observa la pelea, impactada. El lobo marrón gruñe poderosamente hacia el grisáceo antes de hincar sus afilados dientes en su yugular. Sin embargo, él consigue liberarse y corre hacia una maleza dejando un rastro de sangre a su paso.
Justo antes de que el lobo marrón lo siga, voltea y mira hacia la posición de Aria, directamente a sus ojos. Ella ahoga un gemido de pavor. Un escalofrío la recorre entera cuando él se acerca y aspira el aire a su alrededor.
Es una bestia gigante, terrorífica desde todo punto de vista. Su saliva mezclada con sangre se escurre de su hocico y mancha una parte de su ropa, a la vez que hace muestra de sus colmillos. Tiene los ojos verdes y brillantes y su aliento huele a carroña.
Aria tiembla. No obstante, cuando levanta la vista y lo ve a los ojos, él emite un chillido y retrocede hasta alejarse y perderse en el profundo bosque.
No tiene idea de cómo lo logra, pero empieza a correr con tanta fuerza y velocidad que no se detiene hasta varios kilómetros lu