51. Hijo de su madre
Cuando llegaron al apartamento del castaño, tanto Maggie como el pequeño estaban llenos de expectación, ella había hecho una maleta para ambos y sin pensarlo demasiado se había ido a pasar el resto de la semana con Nathaniel.
Porque ¿Para qué negarlo? Quería estar con él, se había vuelto parte de ella y aunque trató de no involucrarse demasiado para protegerse, había sido imposible.
Mientras subían en el ascensor, Maggie no sabía qué esperar de la dichosa sorpresa, pues el castaño siempre terminaba dejándola sin palabras y algo le decía que esta vez no iba a ser la excepción.
Cuando salieron del ascensor Daniel corrió dentro del apartamento y ella llevó la mirada al apartamento como si esperara encontrar la sorpresa en medio de la sala y por la risa baja que salió de Nathaniel supo que él lo notó.
—Nena, estás más ansiosa que el niño y él tiene dos años.
—¡No es cierto!— su grito indignado solo consiguió que él soltara una carcajada y que su rostro se pusiera colorado.
—Nena, sa