—Alexey, no te robes toda la atención. –pide Anthony llegando hasta nosotros.
—Es lo que menos quiero.
—Necesito que me ayudes con algo, ¿Puedo robarme a tu novio? –cuestiona Anthony y yo asiento.
—Volveré pronto. –me dice y yo dejo un beso sobre sus labios antes de que Anthony lo aleje de mi.
Camino hasta la mesa pero antes de llegar me detengo en la barra y tomo una botella de agua.
—¿Estás feliz? Bailando con ese idiota delante de todos. Presumiendo su romance de película mientras les aplauden festejando que conseguiste a alguien mejor.
¯Estas ebrio, deberías irte.
—¿Y ahora tú me vas a dar órdenes? ¿Tengo que obedecer y ya? No eres mi jefa.
—No estoy tratando de darte órdenes, Damián. Solo no quiero que arruines la noche de mi hermana con tu imprudencia.
—¿Le llamas imprudencia a mi dolor? –cuestiona molesto mientras me toma por los hombros de manera violenta–, ¡Me dejaste cuando más te necesitaba!
—¡Me alejaste cuando yo más lo hacía! –respondo zafandome de su agarre-, no