Camino a la Comisaría, en el asiento trasero junto a Catriel, que tenía su mano entrelazada con la mía, mirando por la ventanilla del auto, con pensamientos lejanos, tal vez sobre la posible conclusión de la Policía, pregunté:
- ¿Por qué terminaste en la Villa? ¿Dónde están tu madre, Siena y Odette?
- Están en un hotel cerca de aquí. Es más seguro y cómodo para ellos, ya que tenemos un niño, una anciana y una embarazada.
- ¿Y usted? ¿Por qué no fueron allí?
Suspiró antes de responder, mirándome a los ojos:
- Los pescadores siempre han sido grandes partidarios de mi padre. Y aún con todo lo sucedido, siguieron siendo fieles a la familia real. Cuando su líder nos ofreció refugio, pensé que sería prudente aceptar.
- ¿Renunciaste a tanto consuelo porque te parecía poco elegante negarlo? - Me sorprendió.
- Sí. Las personas que nos son fieles merecen toda la confianza, el sacrificio y la gratitud.
Inmediatamente recordé lo que mis padres habían dicho acerca de que la decisión sobre el trono