Mundo ficciónIniciar sesiónPasos lentos, la suela del zapato golpeando el suelo resonaba en las salas vacías. Antonella podía incluso escuchar la respiración de Benjamín mientras él se acercaba, con los ojos clavados en los de ella. La comida que estaba masticando minutos antes se le quedó atascada en la garganta y necesitó urgentemente agua.
Se levantó apresurada y caminó torpemente hasta el dispensador de agua. No se vio cuando Dante se levantó para saludar a Benjamín con una sonrisa sincera.
Cuando volvió a la mesa, Dante le explicaba a Benjamín que había venido a despedirse de Antonella porque esa misma tarde regresaría a la capital.
“Que no vuelva nunca más a pisar esta ciudad”, pensó Benjamín con semblante serio mientras miraba con desaprobación a Antonella.
—Vamos a mi oficina para conversar un poco —lo invitó Ben







