Mundo ficciónIniciar sesiónAntonella salió de la sala tan aturdida que chocó contra la secretaria de Benjamín, haciendo que la joven dejara caer las varias carpetas que llevaba en las manos. Miró hacia atrás, imaginando que Benjamín vendría tras ella, pero la puerta del despacho seguía cerrada.
— Lo siento — balbuceó, cuando su mirada se cruzó con la de la secretaria, quien se inclinaba para recoger las carpetas del suelo. — Déjeme ayudarla con esto.
— Parece que está asustada — comentó la joven, mientras Antonella desviaba la mirada y le entregaba la última carpeta. — El señor Benjamín a veces intimida, pero es un buen hombre.
Antonella no estuvo de acuerdo en silencio. Se puso de pie, se limpió las manos sudadas en sus pantalones de traje y se alejó de la mujer sin decir una sola palabra. Regresó a su escritorio, pero sa







