En este momento, me encuentro en la oficina con Harry. Estoy sentada entre sus piernas, su cercanía reconfortante me brinda cierta calma. Al principio, se molestó un poco porque no fui a su departamento como habíamos acordado, pero luego le expliqué que me sentía muy mal y comprendió.
Durante los últimos días, Harry ha estado increíblemente cariñoso conmigo. Me recuerda a los tiempos en que éramos novios, cuando su ternura y afecto me hacían sentir especial. Es curioso cómo ante los demás puede parecer distante o frío, pero cuando estamos a solas, su amor y cuidado se manifiestan de manera tan clara y reconfortante. Es en estos momentos que me siento más cerca de él, más conectada, como si el mundo entero desapareciera y solo existiéramos nosotros dos.
— ¿Has abierto el regalo que te hice, cariño?— Pregunta él.
— ¿Lencería? Harry, esto es muy chiquito para mí.— Reí mientras observé el conjunto en tono rojo.
— Exactamente, preciosa. Quiero arrancártela con la boca.
— Harry, en ser