Tiene un banquete precioso distribuido para nosotros, mi tía ha sacado bandejas de oro con comida, que nos recuerda a todos que somos muy ricos, pero ellos, comen en oro, esa es la interpretación del tío Carlo y todos reímos, porque en realidad ella ha sacado lo mejor para la familia a la que extraña. Eleonor es la última en unirse a la mesa, su esposo le cede la cabecera y ella le da un beso en la mejilla y le toma de la mano. Su sirvienta viene con una bandeja especial para la señora de la casa que insiste en que comamos tanto como queramos. Todos comienzan a servirse, yo me pongo un té buenísimo con miel. Mi tía destapa lo suyo y observamos una bebida verde, luego
—Mi amor, ¿no vas a comer?
—Estoy llena, ahora paso por la cocina.
—¿Qué merienda una reina?—pregunta mi papá a su hermana, la cual tiene una bandejita especial.
—Bueno, es un tecito de matcha, este es un late porque cinco varones y una Farah requieren de energía, el café arruga.
—Y lo del plato, Eleonor —comenta su m