Capítulo 36. Sarah
Aquella mañana, Kara y Sarah se habían puesto sus trajes de vendedoras a domicilio, habían cogido el coche en el más estricto silencio, y habían conducido hasta las puertas de la aldea en la que vieron el maltrecho rastro vital de Adam por última vez.
- ¿Estás preparada?- dijo Kara, abriendo la boca por primera vez en toda la mañana.
- No lo sé, a decir verdad estoy aterrorizada.- respondió Sarah asustada y sintiéndose un poco mal, pues odiaba tener miedo en un momento como ese.
Kara le apretó la mano en un movimiento que ella ni siquiera vio llegar, y de pronto, se sintió mucho más reconfortada, porque se dio cuenta de que aquella mujer la apreciaba de verdad.
- Es normal tener miedo, pero tenemos un plan, y estoy segura de que todo va a salir bien.
Se bajaron del coche, cogieron los voluminosos maletines cargados de productos de belleza que habían preparado poco tiempo antes, y comenzaron a caminar en dirección a las rejas que cerraban la entrada al pueblo. Era una enorme valla de l