“¿Lo vas a dejar salir?”, pregunta Beta Eric y no puedo evitar notar el ligero tinte rosado en su piel color melocotón.

“Es tu elección”, me murmura Alfa Dane. “Y si en verdad decides hacerlo, habrá condiciones que él tendrá que cumplir”.

“¡Cualquier cosa!”. Devon nos sonríe radiante. “¡Haré literalmente cualquier cosa! Estoy desesperado por un poco de luz solar”.

¿Qué pasa si tomo la decisión equivocada? ¿Qué pasa si digo que sí y todo esto ha sido una completa mentira? ¿Qué pasa si en el momento en que lo dejo salir, trae a Trey directamente con nosotros? Tomar decisiones no es mi punto fuerte.

Al salir a la nieve, Alfa Dane toma mi mano, justo cuando Devon murmura algo sobre que el sol en su piel es una sensación gloriosa.

“Nunca volveré a entrar en una celda”. La mano de Devon toma la mía. “Muchas gracias. Te lo prometo, seré el hermano que te mereces”. Él se endereza frente a Alfa Dane y se aclara la garganta, tratando de forzar su voz un tono más bajo para hacerse sonar casi