En las calles de un vecindario, una niña juega con su globo color rosa. Ella recorre el asfaltado con gracia, practicando sus pasos de baile nuevos aprendió en su clase de ballet. Unos niños la rodean, le quitan su globo y se burlan de ella. Lágrimas de impotencia recorren sus mejillas, aprieta su puño y los enfrenta. Ellos son tres chicos fuertes, ella es una niña muy delgada y débil. Cierra los ojos por inercia al saber será golpeada. Los abre lentamente al notar los chicos huyeron, su boca se abre de la sorpresa y sus manos temblorosas toman el globo color rosa el niño al todos llaman freak le extiende con indiferencia y frialdad. Desde ese día, la curiosidad sobre aquel temido y chico despierta y ella se propone una nueva meta: acosar al chico raro de su cuadra.
Leer más"¿Jugamos?"
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Toma el desafío y camina lo desconocido. Atrévete y muévete. No te dejes vencer por las dificultades, no te hundas en tus debilidades. Cree en ti y en tu capacidad, no te dejes pisotear.
Puertas se cierran, pero otras se abren. Se pierde, pero también se gana y si nunca lo intentas, ¿cómo llegarás a la meta?
Sal del confort y lánzate al infinito, sé diferente y explota tu capacidad, ya es hora de volar. Atrévete, muévete, desafíate.
🏆Historia ganadora del 1er lugar en la categoría romance de #desafíate2020ra🥇
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Hoy es un lindo día, estoy muy feliz porque la señorita Lassarre me dijo que soy talentosa y que cuando sea grande seré una gran bailarina. Hasta me regaló un grandioso globo rosa. —Mi color favorito en todo el universo—. Mi habitación es rosa, mis zapatillas de ballet y mi tutú también... Ah, mi habitación y la mayoría de mi ropa linda que mi mami me compra tienen ese mismo color.
Mis mallas son blancas porque mi mami dice que si uso tanto rosa voy a empalagar. A ella le gusta el amarillo, a mí también, pero es para pintar los pollitos y las flores.
Practico mis pasos nuevos de ballet mientras admiro mi globo rosa que es sacudido por la brisa y mis movimientos de baile.
Salgo de mis pensamientos al ver que los matones se acercan, respiro con dificultad porque recuerdo que ayer me fui corriendo cuando ellos me pidieron mi almuerzo en el colegio.
Los tres chicos me rodean y se ríen de mí. Estoy tan nerviosa que siento que me voy a hacer pipí. Me arrebatan mi globo, mas hago esfuerzos para no llorar, los confronto con la mirada y estallo.
—¡Denme mi globo! ¡Es mío! ¡La señorita Lassarre me lo dio porque bailé muy bien! —espeto siendo valiente como vi en los muñequitos.
Los matones se ríen de mí hasta que uno de ellos me lanza un golpe. Cierro mis ojos llena de miedo, sin embargo, no siento dolor. Cuando los abro, mis labios se separan por la impresión.
¡Guau! Es el freak. Los matones huyen llenos de temor, puesto que ese niño raro es un monstruo que se come a los animales; por eso le dicen el freak, también le llaman raro y loco.
Estoy temblando, no quiero que el freak me coma. Él extiende el globo en mi dirección y lo tomo temblorosa y con desconfianza. Por primera vez me fijo en sus ojos y siento mis mejillas arder. ¡Son tan lindos! Hay muchos niños con ojos azules en este lugar, sin embargo, los de él son oscuros e intensos, de esos que intimidan.
Parece que está enojado porque no me sonríe, bueno, nadie nunca ha visto sonreír al freak. Creo que él es un monstruo gruñón. Me esquiva la mirada y se va. Yo me quedo como tonta con el globo en manos viendo cómo se pierde por las tranquilas calles de mi vecindario.
AshtonDos años antes de la graduación:Escucho gritos y salto de la cama; camino por el oscuro pasillo, abro la puerta y me espanto. Lágrimas ruedan por mis mejillas al ser consciente de que mi madre se está haciendo daño.Despierto exaltado y con sudores fríos. Estos dos años han sido difíciles; no obstante, he recuperado casi todos esos recuerdos que suprimí de a poco. Me abrazo a mí mismo y miro la fotografía que posa sobre la mesa. Tomo el portarretrato en mis manos y acaricio el rostro reflejado. La amo tanto que duele, pero ella no se merece a alguien como yo, tal vez algún día podamos estar juntos, tal vez.***—Hola, Ashton. —Natalie me saluda frotando mi hombro derecho, razón por la que respiro agitado por la incomodidad. Aunque he trabajado con mi
¿Amo a Ashton? O… Es un capricho… ¿Lo amo?Estoy acostada en mi cama, mis lágrimas ruedan por mis mejillas. Ver a Ed muerto fue horrible. Saber que Ron ya no existe es irreal.Hoy como todos los días, vengo de la estación donde se encuentra Ashton quien se niega a verme. Para peores de males, mis padres me prohibieron ir, por lo tanto ya Kim no me acompañará más porque ellos se lo impidieron y como soy menor de edad no me dejan entrar por mi cuenta. Entonces, esta fue mi última visita.Duele mucho no estar junto a él cuando más lo requiere. Ashton… ¿Por qué me alejas? Me necesitas tanto como yo a ti, ¿no entiendes que juntos somos mejores?Me siento debajo del árbol donde enterré a Ed, estar aquí me hace sentir cerca de Ashton. He ido a la casa de los Morris y rogado para que quite
Me acerco espantado y asustado, asimismo mi corazón late con agitación. Toco su pecho ensangrentado y miro mis manos temblorosas.—¡Lo mataste! —La voz de mi madre molesta mis oídos. Tengo tanto miedo. Miro mis manos y están rojas, pintadas de aquel líquido que mancha la camisa azul cielo de mi padre.—¡Nooo! —Me incorporo de golpe, torturado por aquella pesadilla. Mi pecho sube y baja mientras mi cuerpo tiembla; pienso en Melinda y lloro. No podemos estar juntos, ella no se merece a un monstruo como yo.***MelindaCamino junto a Sandra mirando alrededor de este extraño vecindario que por alguna extraña razón se me hace conocido. Nos toca hacer una tarea grupal por lo que hemos quedado en vernos en casa de Karen.—Siento que he estado aquí antes. —
Lágrimas acarician mi piel, corren desde mis ojos hasta el final de mi mentón; un cosquilleo junto a una leve picazón me provoca el querer rascarme las mejillas. Froto mis manos sobre estas, sintiendo el alivio repartirse en toda el área.Se supone que hoy debería ser un día lindo, puesto que es el cumpleaños de Ashton; yo hasta le compré una linda chaqueta negra como a él le gusta e hice un álbum de fotos de los dos. El escozor en los ojos provoca que frote mi mano sobre este, hipeo por el llanto y me recuesto en la cama.Ashton debe estar enojado, siempre es así cuando llega su cumpleaños. Recuerdo que él suele alejarse más de lo regular, no obstante, yo lo persigo para subirle el ánimo. Una vez, en su cumpleaños número trece, la señora Morris le preparó una fiesta. El resultado sorprendió a todos debido a que cuando él vi
AshtonEntro mirando a mi alrededor con recelo y un poco distraído con la oscuridad del lugar, donde pequeñas luces de colores me permiten ver a los demás como si fuesen siluetas. Busco un asiento apartado de las personas que me conocen y me recuesto. Las sillas acolchadas son cómodas y pese a los murmullos de las personas emocionadas, se sentiría bien dormirse aquí.Luces proyectan al frente donde solo se muestran unas gigantes cortinas de color vino; una mujer rubia y muy delgada, vestida con mallas y un moño en el medio de la cabeza se para en frente con un micrófono. Se presenta como la señorita Lassarre y a juzgar por su acento debe ser francesa.Los aplausos y alaridos de familiares golpean mis oídos y me arrepiento de estar aquí. No entiendo por qué rayos vine, pero me siento ridículo ahora mismo. Saco el pequeño peluche rosa que compré
Mis manos se mueven de forma involuntaria, sudores fríos recorren mi frente y mi estómago se revuelve. Creo que vomitaré en cualquier momento. Miro a Ashton, quien está junto a Jenny sacando sus instrumentos de disección como si nada. Jenny es otra sangrienta así que me imagino que su desagrado es porque le tocó hacer equipo con Ashton. Digamos que ella no lo soporta, hasta hemos tenido varios enfrentamientos porque yo lo defiendo de sus habladurías.Trago pesado y miro a Sandra, quien está tan nerviosa como yo.—Tú abres la rana y yo hago los apuntes —ofrezco con mi mejor sonrisa manipuladora, pero Sandra niega.—Te toca abrir a la rana a ti. Yo hice la presentación de power point para el trabajo de inglés. —Ella contraataca y suspiro rendida. La profesora nos dice que empecemos, por consiguiente, mi corazón late con agit
Último capítulo