Rowan soltó un gemido incómodo. “¿Podemos no hablar de esto? Fue hace años”.
“Para responder a tu pregunta, sí. Todavía era virgen... En fin”, hice una pausa. “Le conté a Calvin lo del bebé. Yo no quería al bebé y quería deshacerme de él, pero él no me dejó”.
“¿Querías abortar?”, preguntó mi mamá, con la voz entrecortada por el horror y la decepción.
No podía hacer otra cosa que asentir con la cabeza. “Calvin amenazó con decírselo a papá y a ti si seguía adelante con mis planes. No quería que se enteraran de mi error, así que accedí a llevar el bebé a término y él mantendría la boca cerrada. Fue la peor época porque me vi obligada a gestar un bebé que no quería pero no tenía otra opción”.
“Eso fue durante el tiempo que te mantuviste completamente alejada”, susurró Travis. “Ni siquiera nos permitías ir a visitarte”.
Había puesto excusas durante ese tiempo.
Cuando mi barriga se hizo más grande, Calvin me llevó a una casa que tenía su abuelo y que le dejó cuando murió. No quer