Emily

La mirada de Ethan me muestra el dolor que siente al verme alejarme de él. Aprieto mis manos en puños para evitar caer en sus redes tan fácilmente.

Llevo encerrada varios días aquí… algunos de ellos ni siquiera se dignó a hablarme. Descubrí de mala manera que no podía salir, siendo casi arrastrada por uno de sus hombres de vuelta al departamento.

No tenía cómo comunicarme. No podía ver nada del exterior, ni saber nada. Yo… realmente estaba al borde del colapso.

Y él no estaba aquí.

Lo único que me mantiene a flote es el pequeño bebé que cada día crece más en mi vientre. Y el pobre pequeñín, tampoco ha tenido la oportunidad de un buen chequeo médico.

—No te enojes conmigo, cariño. Todo lo que estoy haciendo es para protegerte— dice, como si pudiera leer mi mente. —No quería dejarte sola aquí, ni siquiera que no pudieras salir. Pero afuera…— se queda callado, pensando en qué decir, en cómo endulzar lo que pasa en el exterior.

—No soy tan débil como piensas, Ethan— digo con segurid