Lucy

—¿Estás segura de que no quieres regresar a casa? Este lugar es bello, pero no estás acostumbrada al sol, ni a la comida. Tengo miedo de que no puedas adaptarte y tu bebé… Esta pequeña niña hermosa está creciendo en un país desconocido— su voz tiembla por la preocupación.

—Abuela, tú decidiste venir aquí, porque te acobardas— digo a modo de broma. Desde el primer síntoma del embarazo que ella percibió, armó las maletas y nos trajo aquí.

Ella me vio llegar a casa completamente triste y derrotada. Tyler había roto mi corazón al día siguiente de haber estado juntos. Sus palabras me humillaron y me hicieron enfrentar la realidad. Para él era una simple niña ingenua que no podía tomar decisiones por sí misma, que no podía amarlo, que no podía estar en una relación.

Me menospreció, me usó y me deshecho. Ese dolor que sentí nunca lo olvidaré, por eso no me negué a irme del país.

—Solo estoy preocupada, no sé si tomamos la decisión correcta. Hay tantos malentendidos entre parejas…— dice