Capítulo 13. El amor te hace débil
Ethan
—No te atreverías— digo con brusquedad mientras avanzo hacia él.
Su sonrisa burlona me hace enojar más.
—Te lo dije, Ethan. Te lo he dicho durante años. El amor te hace débil— dice de manera helada, con odio. Puedo… no, más bien, quiero entenderlo. Pero no puedo.
—Padre…
—Nada de padre. ¡No lo entiendes! ¡No has aprendido nada! — golpea la mesa de té, tirando todo en el piso. —No tienes idea de nada, sigues siendo el mismo niño asustadizo, llorón e idiota que encontré entre los brazos de una muerta.
Doy un paso al frente, con la mandíbula apretada y las manos en puños. Odio que hable de esa manera de mi madre, de mi dolor. Odio que siga menospreciándome…
—No hables así de mi madre.
—¿Por qué no? —Su sonrisa burlona me llena de ira. —¿Crees que no sé qué has estado protegiendo a tu abuela y a esa mocosa? Si tanto amas a tu hermana, vas a hacer lo que me prometiste, porque aún recuerdo a ese adolescente ensangrentando, buscando venganza contra medio mundo.
Mi cuerpo se tensa más.