17. Pruebas.
- Deberías tomarte unos días para descansar. seguro pescaste algún resfriado o algo así.
- Ya estaré mejor, no te preocupes Karl. muchas gracias por estar aquí.
- Pues... sabes que puedes contar conmigo, en eso quedamos. ¿no?
Una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro.
- Gracias, Karl. pero ahora... - Una lagrima salió de mi ojo derecho - creo que quiero estar sola.
Karl al ver mí estado, se levantó del sofa sutilmente... en silencio, intentando no mover nada en el pequeño espacio que había entre él y yo.
- La oferta sigue en pié princesa, aquí estaré.
Llegó hasta la puerta, tomó la perilla, vaciló un momento, sentí que quizás iba a devolverse, pero no había nada para él allí, no ahora, no así. luego de un pequeño instante abrió la puerta y salió sin mirar atrás.
Esa tarde me dispuse a buscar respuestas, salí a la calle, llegué a una farmacia y pedí con todo el temor del mundo un par pruebas de embarazo caseras, fui a casa, leí las instrucciones y una vez entendid