"¿Tú y yo?" Gabriela se sorprendió un poco, "Bueno, ¿y Emilia?"

Rodrigo, "..."

¿Por qué ella pudo arruinar el ambiente en solo un minuto?

"¿Por qué siempre mencionas a alguien que no importa?"

Gabriela admitió que sólo estaba disgustada, molesta por la relación de esta mujer con Rodrigo.

"Le he pedido a Joan que la aparte de mi vista, además, no hay nada entre ella y yo." Extendió la mano y sus dedos estaban a punto de tocar la cara de Gabriela cuando ella torció la cabeza, "No hace falta que me expliques tus asuntos."

La mano de Rodrigo, congelada en el aire, se detuvo un instante y luego cayó.

"¿No le darás un hogar a nuestro hijo?" Preguntó.

Claro que Gabriela quería, quería su hijo viviera con su padre y su madre, creciere en una familia sólida.

Era mejor para el cuerpo y la mente del niño.

Y le gustaba Rodrigo.

¿Iba a complacer a ese hombre por el bien de su hijo?

Después de todo, este hombre estaba mostrando buena voluntad...

"Sí, quiero."

Creyó que, ya fuera por Gemio o por ella