Camill! que te sucede? puedo ayudarte? gritaba el francés a la bella chica que seguía mal, abrazada al árbol
Largo de aquí! Yo ayudaré a mi esposa! el rugido de del imponente Ceo se escuchó amenazante y terrible, el chico francés no tuvo más opción que retroceder, ya se había involucrado demasiado, pero para él la hermosa chica valía la pena
Cristóbal no sabía si acercarse, a Camill no le gustaba que la viera vomitar, cuando la vio sentarse para recuperarse un poco se acercó con una botella de agua que bajó de su auto, toma esto te ayudará un poco!
Camill tomó el agua de la mano del CEO, con su temblorosa mano, creo que voy a morir! susurró ella
Tengo suerte pero no creo que tanta, no morirás mujer! solo...solo tienes una infección mal atendida, vamos al hospital para que te revisen
No! yo quiero ir a casa.... llévame a casa por favor..
Ante la súplica de Camill, Cristóbal no tuvo más remedio que llevarla de regreso a la ma