Helena: estoy segura de que lo harás demasiado bien. Pero nunca me ha gustado tomarme fotos porque siempre mis ojos salen tristes.
Drake: ahora que estamos juntos no veo ese reflejo que mencionas. Además, me gusta verme en ellos y para mi luna se acabó de manera definitiva la tristeza.
Helena: tienes razón, igual que siempre. No puedo evitar pensar en como era mi vida antes de conocerte y siempre fui una chica tímida que sentía temor de vivir su propia vida.
Drake: estoy dispuesto a enseñarte a vivir tu vida a mi lado. Porque yo te ofrezco todo lo que soñaste, así que te concederé lo que tú quieras tener.
Helena: no necesito nada más que no seamos nosotros mismos. Llego el momento de irnos para visitar otro lugar y quiero que me lleves a La Catedral de San Pablo.
Ellos salen del museo y se dirige a su auto, pero antes de hacerlo. Drake saca su