Anís.
Me molesto tanto que Dragos no apreciará lo que hice por el, me encierro en mi habitación y me quedo allí hasta que mi coraje desaparece, me doy una ducha de agua caliente y me arreglo para bajar, abro la puerta de mi habitación y casi al instante Dragos sale de la sulla y me intenta hablar pero lo callo alsando la mano.
-Yo hablaré primero, no me importa que te allas enojado por lo que te hice, lo hice por tu bien y no me arrepiento.
Dragos asiente en silencio y le hago un ademán para que hable el.
-Lo se gracias amor, solo que me asusté mucho al saber que tendré que cuidar lo que pienso de ahora en adelante.
-Eso es ridículo Dragos a otso no le importa en lo más mínimo lo que pensamos la mayor parte del tiempo se la pasa deambulando por el bosque y solo viene cuando lo llamo.
-Pero el me dijo que sería divertido estar en mis pensamientos.
-Te mintió, ya te dije que le gusta hacer eso.
Me cruzo de brazos y miro con molestia a Dragos ya que el nunca me consulto antes de marcarme