Charlie sonrió, pues era exactamente como lo había imaginado. “Sabía que tendrías algo que ver con ese campus... Por cierto, ¿en qué año estudiaste allí?”.
Vera lo pensó por un largo rato y murmuró con incertidumbre: “Ha pasado bastante tiempo, así que no lo recuerdo bien... Pero la primera vez que estuve allí, me fui de Norteamérica después de que estallara la Guerra de Secesión”.
Tras una pausa, agregó con cautela: “Entonces, ¿probablemente en 1854? Un año por ahí”.
Charlie se aclaró la garganta, frunciendo los labios incómodamente. “Bueno, sabía que habrías estado allí, pero definitivamente no hace tanto…”.
Vera se rio. “Quizás pienses que suena antiguo, pero ya tenía doscientos años. Fue también por esa época que Estados Unidos abrió varios campus, y me matriculé en un par porque estaba aburrida”.
“Naturalmente, no me atreví a quedarme mucho tiempo, ya que mi rostro no cambió ni un instante; terminaba el programa de estudios a toda velocidad y me iba al siguiente campus. Era m