Charlie sabía que en este momento, Gopher estaría lleno con pensamientos de los dos millones de dólares canadienses que le había prometido para mañana. Por lo tanto, a Gopher no le importaría secuestrar a Stephanie por ahora.
Las cosas sucedieron de la manera que él había predicho, y la noche transcurrió de forma segura y salva, sin un solo contratiempo.
Cuando Charlie despertó esa mañana, recibió una llamada telefónica de Porter.
Porter dijo respetuosamente: “Señor Wade, yo y trescientos de mis subordinados de Diez Mil Ejércitos ya hemos llegado a Vancouver. ¡Estamos listos para su disposición en cualquier momento!”.
Charlie se sobresaltó. “¿Porter, por qué estás aquí?”.
Porter respondió rápidamente: “No hay nada importante en el Medio Oriente por el momento. Sé que necesita con urgencia fuerza masculina, así que traje personalmente a estos hombres aquí”.
Porter luego preguntó: “Señor Wade, siéntase libre de darnos tus ordenes si tiene alguna. ¡Haremos todo lo posible para lleva