Helen inmediatamente la detuvo. “¡Sophie! ¡No digas tonterías! ¡¿Cómo sabes que los cálculos del Maestro Lennard no son exactos?! Si lo hubieras escuchado y hubieras regresado a Punta Este, no te habrías encontrado con un problema tan grande en primer lugar”.
Sophie no estaba convencida, y dijo con indiferencia: “Entonces, si hubiera regresado, ¿no habría estado comprometida tu seguridad, Mamá? Si yo no estuviera aquí, mi benefactor no habría aparecido, entonces estarías en una mala situación...”.
Helen suspiró y dijo: “Oye, este es el karma del mundo. El Maestro Lennard en aquel momento solo calculó la conexión entre tú y él. No calculó que yo estaría relacionada con este benefactor tuyo a través de ti, y no calculó que yo también sería salvada por tu benefactor...”.
Al hablar de esto, ella no podía evitar decir: “Este benefactor es realmente muy valioso para nuestra familia... Me pregunto si podré encontrarlo y agradecerle en persona...”.
Sophie volvió a la realidad y dijo con in