Elaine sonrió mientras decía: “¡Oh! Eso es realmente una coincidencia entonces. ¡Parece como si Dios realmente quisiera compensarme y dejarme disfrutar hoy!”.
Después de eso, le hizo un gesto con la mano a la empleada mientras decía: “Está bien, puedes salir primero. Tomaré el baño yo sola. Puedes pedirle a la esteticista que se prepare y me espere”.
“¡Está bien!”.
Después de que la empleada salió, se apresuró a informarle todo a su jefe.
Cuando el jefe escuchó que Elaine ya estaba allí, él se apresuró a llamar a Harold y le dijo: “Harold, ella ya está aquí y está tomando un baño. ¿Cuándo vendrán ustedes?”.
Harold respondió emocionado: “¡Eso es simplemente perfecto! Ben, tienes que asegurarte de mantenerla allí. ¡No te equivoques y dejes que descubra que algo anda mal! ¡Me prepararé para ir allí ahora mismo!”.
El jefe del salón de belleza sonrió mientras decía: “Harold, ambos somos como hermanos. ¡Como ya te hice una promesa, ten por seguro que haré las cosas perfectamente!”.
“¡