CINTHIA
– ¡Carajo! – me cubro del fuego cruzado detrás de un muro de tierra que levantó uno de mis compañeros y aprieto la herida en mi brazo con una mueca. – Ese hijo de puta me las va a pagar. – gruño mientras la curo con mi habilidad Squadrys.
– Te dije que no te confiaras. – dice él ocultando su risa. – Pero nunca haces caso.
– ¡Cállate, Rash!
Las fuerzas enemigas comenzaron a moverse hace dos meses, arrinconaron primero un edificio en la base central del territorio Eitak y lo incendiaron por completo, para luego bombardear el cuartel y transportarse a los territorios Dimitrows.