Capítulo 48 – No la he vuelto a tocar
Narrador:
Izan mantenía aprisionada a Brenda y le enterró la nariz en su cabello
‒ No te haces idea la falta que me hacía poder sentir tu aroma – le murmuró al oído
‒ Déjame ir Izan, te lo ruego – dijo mezclado con un suspiro mientras su cuerpo no dejaba de temblar
‒ Si me das un beso
‒ No puedes ser tan cretino
‒ Lo soy cariño, ya lo sabes – sonrió y apretó la mano que tenía en su muslo – también sabes que soy un hombre de palabra. Así que si me das un beso, te dejo ir
Y la liberó, a lo que ella giró quedando de frente. Se miraban fijamente y sus ojos temblaban, ahora no solo eran los de Brenda, eran los de Izan también. Ella bajó la mirada y los fijó en los labios a lo que él los entreabrió. Brenda entornó sus ojos y apoyó los labios sobre los de Izan, haciendo que sus lenguas se volvieran a encontrar, generando una serie de espasmos en sus cuerpos y se abrazaron mientras se besaban. Cuando al fin se separaron
‒ Ahí tuviste tu beso, ahora déjame