Brenda:
Estuvimos largo rato intercambiando besos y caricias, varias veces mi instinto me llevaba a
querer tocar su mie*bro, pero en todas y cada una, él lo impidió, creo que tenía miedo de
que me decepcionara o algo así
‒ ¿Por qué no me dejas tocarte?
‒ Porque no es buena idea, yo no funciono como todos los hombres, puede parecer
que hay una reacción, pero es involuntaria y nada siente – volvió a besarme –
preferiría dejar esta conversación para otro momento, ahora quiero disfrutar de
tenerte así, en mis brazos sin tener que reprimirme
‒ Me gusta eso… – le susurré
Atacó mi cuello y tiré la cabeza hacia atrás, así que siguió bajando hasta llegar a uno de
mis pechos, cuando sentí el calor de su lengua, simplemente me corrí nuevamente. Me
miró algo sorprendi