— ¡Vamos Justin, corre!
Le grite a mi amigo quien se encontraba a una distancia de diez metros lejos de mí; ambos salimos por la mañana al correr al parque después de que la noche anterior apostáramos en una carrera desde su casa hasta mi apartamento, el ganador invitaría al otro a comer comida gratis en Piben's Restaurant, es rara la vez que ambos vamos junto con Elaine y Molly a comer en ese lugar, ya que la comida al ser costosa pero muy deliciosa, hay veces que no nos podemos dar el lujo de ir por el poco dinero que ganamos mayormente.
Lo que no sabía Justin es que yo seguía siendo la mejor corredora de todo Portland, por el hecho de que, desde pequeña he sido buena en las carreras y a su vez, he obtenido medallas de primer lugar al hacer carreras de un cierto número de metros. Eso sí, a mi adolescencia lo dejé de hacer, tuve demasiados problemas que hicieron que dejará a un lado mi deporte favorito para concentrarme en otras cosas que serían más importantes en mi vida pero eso sí, aún mi habilidad no ha desaparecido en mí, en vez de eso, veo como sigo siendo de ágil y rápida.
Dejo de correr al darme cuenta que he perdido de vista a Justin; me doy aire con la mano mientras me acercó a un árbol y tomó un poco de sombra debajo de él. Hace calor y la botella de agua que llevaba conmigo ya no tiene agua, así que dejo que mi respiración se normalice para seguir con mi camino; espero varios minutos a Justin hasta que lo veo aparecer en el camino con muchas gotas de sudor en su frente y con la lengua afuera de su boca; me parto de la risa y caigo al suelo al ver que pronto él se tropieza y casi termina por caerse mientras maldice por sucederle tales cosas.
— ¡Bien! ¡Ríete! Que como dice la frase: “Quien ríe primero, ríe por último” —agregó con voz entrecortada por el poco aire que entraba en sus pulmones.
—Puedes rendirte si quieres —le sonreí victoriosa.
—Eres tramposa, ¿cuándo me ibas a decir que eres profesional en esto? —Encogí los hombros.
—Lo había olvidado, no quería presumir de lo buena que soy corriendo —Justin puso los ojos en blanco.
—No puedo más, me duelen las piernas y mi corazón está a punto de salirse de su lugar —se puso la mano en el pecho.
—Eres un exagerado —puse mis manos en mis caderas —. Vamos, te invitó a tomar agua en mi casa. —Él enarco su ceja.
—Por Dios, eso se llama pobreza. Por lo menos un café o un té hubiera llegado a convencerme más rápido —camina a mi lado.
—No te quejes. Me debes una invitación a Piben's Restaurant y si no me llevas, cada día te molestaré para que lo recuerdes. —Musito una maldición.
—No queda de otra. —Suspiró.
Caminamos hasta mi casa con pasos más lentos y cortos, ya que a él se le dificultaba seguir caminando sin detenerse por el hecho que no descansó mucho sus pies cuando nos encontrábamos en el parque.
Empezamos a hablar sobre diversas cosas que habían sucedido en la semana, las cuales preferí mejor escucharlo a él, en vez de comentarle que toda la semana he escuchado ciertos aullidos extraños por la madrugada cerca de los apartamentos como también un día que subí al sótano de arriba para traer una escalera y arreglar la pared, apareció un ruido en el techo como si se trataba de las patas de un animal caminando fueron los que me llamaron la atención pero fue inevitable no haber agarrado ese mismo día una escoba y golpear la punta con el tapiz del techo haciendo que los pasos dejaran de escucharse hasta que un enorme golpe se escuchó; donde por la mañana en el techo encontraron los restos de un animal desangrado y muerto con varias mordidas en su cuerpo.
No le había tomado mucho interés a la situación por el hecho de que quizás alguno de mis extraños vecinos podrían ser los que estaban invocando algún espíritu maligno por medio de la magia negra y más porque el principal sospechoso para mí, es mi vecino de al lado, el cual sigue sin dejarse ver y pocos han visto su aparición, ya que se ha escuchado que mayormente por la noche suele salir y llega muy de mañana. Suponiendo que debe de tener un trabajo nocturno o pueda ser que su trabajo sea llamar demonios o hacer una especie de ritual para su beneficio.
No me gusta dudar de esa manera contra otras personas, pero si no puedo tolerarlo con su música infernal por las mañanas, seguiré dudando de él, hasta que alguien me diga que pueda haber sido una alimaña que haber asesinado a ese pobre animal.
— ¿Cuándo pensabas llevarme en tu motocicleta? —Arqueé la ceja a lo que me decía Justin.
—Yo no tengo ni una motocicleta. —Ni siquiera puedo manejar un auto, ya voy a poder andar en una motocicleta.
— ¡Oh vamos! Mira que es una hermosa Ducati Multistrada 950. —Dijo con admiración, Justin.
Bueno, tenía razón. La motocicleta esta increíble, hermosa y nueva. Quizás los colores fueron los que más me llamaron la atención, ya que por una parte es negro y otra es gris, aunque este último solo era un contraste en los lados del vehículo automotor. Parecía estar recién comprada ya que las llantas ni siquiera se observaban sucias, la pintura está intacta y no hay ni un solo manchón o rallón en alguna parte de la motocicleta. Me impresione tanto que me pregunte de quién sería, porque la mayoría de personas que viven en el edificio son hombres y mujeres mayores de 35 años y hasta ahora, he visto que todos solo mantienen autos de los años 80 o 90 o algunos por no tener mucho dinero, su medio de transporte suele ser el autobús o los pies.
—Deja de observarla tanto. —Crucé los brazos mientras le dije a Justin.
—Ni que tuviera ojos de rayos láser para destruirla. —Rodé los ojos.
—Aun así, cualquiera pensaría que empiezas a pensar en un plan para llevártela. —Chaqueó los dedos.
—No es una mala idea. —Sonrió y movió sus manos de manera maléfica.
Seguí con mi camino hasta el portal de la casa ya que no pensaba quedarme mirando todo el día la motocicleta, necesitaba un baño y además un buen descanso para mis pies; por ser sábado, estaba segura que el bar/café se llegaría a llenar mucho más que otros días, así que mi rutina de trabajo de esta noche se volvería larga.
Pronto Justin, me alcanzó y mientras caminaba a mi lado, hablándome de motocicletas y autos de buenas marcas; preferí mejor solo escuchar y asentir a todas sus respuestas cuando me comentaba algo nuevo sobre los Mini Cooper, BMW, FIAT, Lamborghini y otro autos más. Antes de llegar a mi piso, por las escaleras bajo una chica que nunca había llegado a ver en este apartamento; sin lugar a dudas, su apariencia fue lo primero que me hizo dudar que no era de estos sitios pero por algo se encontraba en este lugar, ya que por su rostro me hizo interpretar o decir en mi mente, lo que capaz ella estaba pensando en este momento sobre el lugar, algo como: “¿En dónde rayos estoy? Parece un lugar de mala muerte. Una mujer divina como yo, no debería estar aquí”.
Su labial color carmesí estaba un poco desubicado de sus labios, ya que una línea delgada se había salido de la comisura de sus labios, como también, su blusa estaba un poco dispareja y sus cabellos dorados estaban desordenados. Cuando volteo a verme junto con Justin, solo nos dio una mirada evaluadora hasta que sus ojos color miel siguieron siendo fríos y con una mirada vacía. Dejó de vernos para cruzar al lado de nosotros y marcharse sin decir ni una palabra, a lo lejos no había parecido tan alta pero al pasar por mi lado, parecía que medía unos 1.85 metros; lo cual a mí me dejó un tanto desorientada a mi estatura ya que media unos 1.73 metros de altura.
— ¿Desde cuándo en este lugar hay chicas lindas? —Preguntó Justin.
Le di un pellizco a lo cual, él saltó del dolor y murmuro varias palabras que no logré entender a pesar de estar cerca de él.
—Te recuerdo que tienes novia, compórtate como un novio fiel ¿quieres? —Se siguió acariciando el brazo en donde lo había pellizcado.
—Fue un comentario, es como decirte a ti que hoy te vez hecha una m****a… —Lo asesine con la mirada.
— ¿Disculpa? Ibas por buen camino pero veo que te desviaste de tu lugar.
Estaba 100% segura que si no fuera mi amigo, a estas horas del día le hubiera dado una sonora bofetada y a la vez, le hubiera dado una lección para que jamás le volviera a decir una cosa así a una mujer.
Sé que Justin a veces puede llegar a ser directo y muy sincero pero por otro lado, sé que él no me dice esas cosas para dañar mis sentimientos sino que siempre lo hace para molestarme y ver como reacciono a la situación. Nuestra amistad está conformada por un amor/odio pero creo que eso es lo que nos ha conllevado a ser grandes amigos, por nuestras diferencias y maneras de expresarnos. Aunque esta vez sí sé paso de lo que me dijo, pero supongo que lo haber dicho porque hace un par de minutos destruí su propio orgullo al haberle ganado en una carrera, por lo cual me las hizo pagar en uno de sus típicos comentarios hechos m****a.
—Lo digo con amor —abrí la boca asombrada.
—Pues, que manera de demostrarlo —rodé los ojos.
—Así soy yo. —Sonrió.
Empecé a sacar las llaves de mi apartamento para poder abrir la puerta, entre todas las que tenía que solo son como unas cinco, empecé a escogerla cuando alguien me golpeo el hombro e hizo que las llaves cayeran por mis pies.
—Oye amigo, debes de tener más cuidado—Justin recogió las llaves y me las dio.
La persona que había tropezado conmigo ni siquiera se dio la vuelta para pedir disculpas, simplemente siguió con su camino hasta desaparecer por las escaleras del corredor; supuse que sería mi vecino de al lado, ya que las únicas personas que viven en el mismo pasillo que yo, solo son personas de una edad avanzada que rara vez las encuentro saliendo con algún pariente o a solas.
Nos acercamos a mi apartamento para luego girar de la perilla después de insertar la llave en ella y así poder entrar; como es un día nublado, me imaginé que por la tarde o noche posiblemente iba a llover; así que tendría que ponerme algo abrigado si no quería enfermarme. Me fui a mi habitación mientras Justin iba a la cocina por un poco de agua, me quite la ropa sudada y entre al baño, necesitaba darme un baño con agua fría y aunque no era de las personas que se tardan mucho en bañarse; hice lo posible para que mi cuerpo dejará de estar caliente para que volviera a estar en su temperatura normal.
Después de bañarme, me sequé el cabello con la toalla y me cambié de ropa, para salir y así darle el paso a Justin que fuera el siguiente en darse una ducha. Justin y yo somos como casi hermanos de sangre, no era necesidad de que él tuviera que pedirme permiso en ciertas cosas, lo que agradecía es que Molly tuviera tanta confianza en él y en mí, que ella no preguntaba ni mucho menos se quejaba que mi mejor amigo siguiera dejando ropa en mi apartamento por cualquier ocasión sea o no de emergencia.
Fui hasta la cocina y busque algo de comer para darme energías, llené un pequeño tazón de cereal para luego sacar la leche para poner un poco y así comer.
— ¿El apartamento de al lado ya tiene dueño? —Asentí con un enorme cantidad de cereal en mi boca provocando que mis mejillas se vieran como las de una ardilla que tiene una docena de nueces en su boca.
Mastique el cereal para luego tragármelo y así poder contestarle a Justin sobre la persona del apartamento de al lado y aunque no hay mucho que decir, además que el hombre es extraño y parece que solo vive en su mundo rodeado por las cuatro paredes del apartamento, es la poca información que he llegado a obtener además del raro olor de las comidas carnívoras y las extrañas huellas de perro que me encontré últimamente.
—No lo conozco, desde que se ha quedado en el apartamento no lo he visto salir, además de este día que creo que el chico que me boto las llaves fue él y por supuesto que tiene gustos culinarios extraños como también en música. —Le mencioné lo poco que sabía.
— ¿No le has visto el rostro o por lo menos otra cosa? —Negué.
—No. Pero por un lado no me parece sorprendente que no quiera salir de su cueva viviendo en un horroroso lugar en donde el tapiz del apartamento se está cayendo, el techo tiene goteros y por supuesto, algún que otro mueble debe de tener un defecto. —Respondí. —Debe de ser aquellos hombres obsesionados por la limpieza y el orden que debe de pasar horas construyendo su nido para llamar la atención de chicas rubias, con pechos falsos y labios gruesos con un labial rojo pasión para impresionarla y luego hacerla gemir en su cama. —Justin dejó ir una carcajada.
—No me sorprende que sigas quejándote de tu vida aburrida con respecto a la belleza y al sexo casual. —Cruzó los brazos y se apoyó en el marco de la puerta.
— ¿De qué sirve tener a un hombre interesado por mi cuerpo y mi belleza si no me llenará la parte emocional de mi vida? —Justin hizo una mueca.
—O mejor dicho, no quieres encontrar otro Gil en tu vida. —Encogí los hombros sin importancia.
Por una parte sí, no quiero encontrarme a otro hombre igual que a mi ex novio; si hubiera llegado a entender que el sexo y el amor son diferentes cosas, no me hubiera entregado a él como si fuera carne fresca. Pero solo era una estúpida adolescente cuando me dejé guiar por sus encantos y su buena y falsa manera de tratarme; ya que con el tiempo además de descubrir que me engañaba con otra chica mayor que él y que conmigo solo me utilizaba para probar ciertas cosas que quería intentar con la otra; es cuando reaccione y terminé la relación con él.
Por un lado, sigo agradeciendo en haberme separado de él, porque quien hubiera pensado que ese idiota que parecía tener cara de ángel, empezó a comprar drogas y luego a venderlas a otros precios para tener más dinero haciendo que pronto los policías de la ciudad se lo llevaran a la cárcel por venderles drogas a estudiantes de universidades y menores de edad.
Quizás sea mejor la idea de seguir leyendo libros y seguir imaginando que tengo una vida con los personajes aunque todo sea una fantasía por lo menos llegaré a disfrutar un momento de mi imaginación.
—Tengo que irme, debo dejar a Molly a la universidad ¿te parece salir con nosotros en la noche junto con Elaine? —Lo pensé antes de hablar.
—Tenemos trabajo mañana —le recordé las veces que él llega con migraña al trabajo.
—No tengo pensado en beber demasiado, quizás un par de cervezas solo para animar el ambiente —sonrió.
—Sí, tú lo dices. Pero te recuerdo que manejaras y no quiero terminar mutilada o aplastada en la calle —le advertí.
—Llegarás entera a casa, de eso no lo dudes. —Me guiñó el ojo. —Pasaré por ti a las ocho. Te quiero puntual. —Eleve mi ceja y le di un rostro serio.
— ¿Lo dice él que me ha dejado esperando varias veces más de diez minutos? —Encogió los hombros y se fue.
— ¡Puntual! —Dejé ir un sonido carrasposo de mi boca.
—Como tú digas. —Musite para mí.
Cuando Justin se marchó de mi apartamento, no me quedó de otra que hacer planes para divertirme en la tarde. Tanto él como yo tenemos libre por la noche así que no debíamos ir a trabajar ese día; aunque la idea de beber un par de cervezas no me convencía aún, estaba segura que no lo haría esa noche. Si quería conservar mi trabajo debía de pensar bien las cosas antes de terminar cometiendo un error.
Tomé de nuevo las llaves de la casa y busqué mis vans rojos para salir a caminar un rato mientras dejó pasar el tiempo, suele ser extraño que después de hacer ejercicio de nuevo vaya a caminar a la calle pero en realidad, no quiero estar todo el día encerrada como un pájaro en su jaula.
Le eché llave a la puerta del apartamento para luego empezar a caminar por todos los escalones de las escaleras; al salir del edificio de los apartamentos ya no se encontraba aquella motocicleta costosa, las calles aún no se llenaban de tránsito así que es más fácil relajarse en el camino sin tener que escuchar tantas bocinas de los autos o tener que oler el humo contaminante; conecté mis audífonos al celular y empecé a teclear la contraseña para que se desactivara el celular y así yo poder buscar el app de la música.
En el momento que la primera canción comenzó a sonar, solo me concentré en la letra de la canción para luego tararearla y así seguir caminando sin tener un rumbo en donde ir.
A shot in the dark
A past lost in spaceWhere do I start?The past and the chaseYou hunted me downLike a wolf, a predatorI felt like a deer in the lightsYou loved me and I froze in time
Hungry for that flesh of mineBut I can't compete with the she wolf who has brought me to my kneesWhat do you see in those yellow eyes?'Cause I'm falling to piecesI'm falling to pieces
I'm falling to piecesI'm falling to piecesFalling to piecesDid she lie and wait
Was I bait, to pull you inThe thrill of the killYou feel, is a sinI lay with the wolvesAlone, it seemsI thought I was part of youYou loved me and I froze in time
Hungry for that flesh of mineBut I can't compete with the she wolf who has brought me to my kneesWhat do you see in those yellow eyes?'Cause I'm falling to piecesDejé de caminar cuando el semáforo de los peatones se puso en rojo para darle paso a los autos en seguir conduciendo, puse mis manos en los bolsillos de mi short hasta que encontré un par monedas que al parecer las había dejado sin darme cuenta, llegué a elevar mi rostro antes de que el semáforo cambiará pero faltaba unos segundos cuando un chico muy joven se cruzó a la calle pero antes de poder tomarlo del brazo para que el auto que venía no lo atropellara, dejó ir un salto haciendo que terminará en el techo de la camioneta haciendo que todos los que estaban a nuestro alrededor se quedaran admirados y él solo se nos quedará mirando con sorpresa, hasta que pude observar cómo sus ojos dejaron de ser verdes para convertirse en unos pequeños segundos en amarillos brillantes.
Apenas sucedió ese cambio en su cuerpo, cuando él empezó a girar varias veces su cabeza a los lados hasta que el color desapareció y él salto del auto para empezar a correr pero como esta vez quería ver que es lo que pasaba; empecé a perseguir a aquel chico, no sabía como pero él parecía correr cada vez más rápido como también se le hacía fácil esquivar a todas las personas, en cambio yo, empezaba a chocar con muchas de ellas haciendo que varias personas me gritaran y maldijeran por tirarlas a un lado; fue imposible no perder de vista a aquel chico a los minutos. Lo había perdido y no sabía qué camino tomar para volver a encontrarlo, la ciudad podía no ser tan grande pero mantenía muchas calles y callejones que es fácil que cualquier individuo se llegué a esconder.
Tomé aire y solo dejé ir varias maldiciones mientras me quitaba algunos cabellos del rostro; por lo menos esta vez estaba segura de que todo no era parte de mi imaginación, es real pero qué tipo de personas son esas. Las que le brillan los ojos de color amarillo, las que corren más rápido que un corre leopardo y por supuesto, que parecen no lastimarse con cualquier cosa.
(…)
Regresé a mi apartamento con calambres en mis pies por lo mucho que había corrido y caminado en el día; tuve que tirarme en el sofá y estirar los pies para que estos descansaran y no me dolieran; cerré los ojos unos segundos hasta que unos gritos hicieron que los abriera de pronto y esta vez me sentará en el sillón.
— ¡¿Cómo es que se te escapo?!
— ¡No tengo idea, saltó de un edificio y corrió!
— ¡Tú eres más ágil y tienes más experiencia en atrapar humanos!
— ¿Humanos? ¡No lo es ya! ¡Que no vez que se están transformando! Si no hacemos algo…
— ¡Ya lo sé, pero cada vez hay más en esta ciudad! ¡¿Quisiera saber de dónde vienen?!
—Tenemos que encontrar al alfa de ellos. ¿Te han dicho algunos de ellos sobre él o ella?
—No. Sigo en ello, pero estoy seguro que en la próxima luna no podré detener a los que tenemos.
—Haré lo que tenga en manos.
—Está bien.
Dejé de estar cerca de la pared de la sala para caminar en puntillas hasta que de nuevo una voz me interrumpió e hizo que mi piel se erizará.
—Y espero que ya no sigas escuchando conversaciones ajenas sino verás quien soy realmente.
Me sorprendí de cómo es que había sentido mi presencia en la pared, si había sido lo más callada y silenciosa en todo el momento que las dos voces habían empezado a pelear; por supuesto se trataba de dos voces masculinas, una más ronca que la otra y como me imaginaba, uno de esos dos hombres llevaba él mandó de la situación, ya que hablaba con superioridad para mientras que el otro solo acaptaba las indicaciones.
Solo me di la vuelta y seguí con mi dirección hasta la habitación, no pensaba decir ni una palabra además mi silencio podía decir muchas cosas entre ellas que no estaba en la sala, que podía encontrarme dormida y que por supuesto no me encontraba en mi apartamento.
Me fui a mi habitación, me quite los zapatos e intenté dormir un rato. Me sentía cansada y sabía que la noche va a hacer muy larga. Antes de cerrar los ojos solo llegué a pensar en tres cosas sobre aquella conversación que me había parecido muy extraña y misteriosa. No le encontraba coherencia en todo esto y más porque quizás aquellas dos personas estaban hablando de un asunto fuera de lo normal, aun así no había explicación pero pronto iba a saber el secreto de todo esto y más de aquellas personas con ojos brillantes. Solo esperaba encontrar unas respuestas a mis dudas...
¿Personas transformándose?
Alfa.
Luna.