Dos semanas son las que han pasado desde que he intentado de ignorar a mi vecino y aunque la primera fue bastante difícil por el hecho que él buscaba la manera de poder encontrarse conmigo, siempre se me ocurría alguna manera de no llegar a verlo, sé que por un lado ya es muy inmaduro de mi parte intentar evadir el conflicto, pero la verdad de todas es que si llego a ver al sujeto que tengo al lado soy capaz de darle un buen golpe que quizás hasta me lastime mis nudillos.
Ni siquiera puedo llamarlo por su nombre porque es como si lo estuviera invocando y es lo que tampoco quiero hacer, porque con esa mala suerte que tengo, es probable que me lo vuelva a encontrar cuando intente irme a trabajar.
No hubiéramos llegado a este extremo si esa salida no hubiera llegado a ser una mentira, me dolía demasiado pero el hecho de que llegue a contar una parte de mi vida personal y es que no niego que la mayor parte yo soy la culpable por confiar en una persona que no conozco mucho pero por un mome