289. ¿SERÁS TAN EGOÍSTA?
NARRADORA
Ni siquiera cuando se separó de su familia y cayó en un continente salvaje y hostil, Lyra se sintió tan desesperada.
Algo en su pecho se desgarraba lentamente: el miedo de perder a su compañero de vida.
En cuanto descubrió la espalda de ese hombre extraño, le gritó convencida de que era el culpable.
Lo vio girarse lentamente y su loba se revolvía con incomodidad, con deseos desesperados de bajar la cabeza ante él.
Sus ojos mostraban un salvajismo que jamás había visto en nadie… de este mundo.
—Así que tú eres la supuesta mate de Khalum —la voz retumbante vibró en su mente, incluso sin abrir la boca.
Dio unos pasos acercándose a ella y despejando la bruma, pero repentinamente un ataque de sombras se extendió desde la espalda de Lyra.
El intruso tomó el poder de Silas en su puño cerrado, igualando la velocidad vertiginosa y luego movió la mano para disipar las garras espectrales.
Un chillido de dolor se escuchó por algún lado.
—Tsk, tsk, cuánto irrespeto —chasqueó la lengua c