261. UN ÚLTIMO TRUCO
NARRADORA
“¡Ese hombre se escapa, no puedo dejarlo ir!” Alan rugió, subiendo el morro para ver la túnica de Frederick cuando se iba en retirada.
El lobo gigantesco se había trepado a la cima de las enredaderas espinosas, parado al lado de Victoria.
Le lamió la mejilla con cuidado, y Draco le dijo que se quedara a salvo detrás del ejército.
—¡No, iré contigo! —los ojos rojos de la vampira fulguraron con decisión.
“¡No, mi amor, ese hombre es peligroso, está lleno de trucos!” Dracomir no quería exponerla.
—¡Mírame, lobo, mírame! —lo tomó por el pelaje suave a los lados de sus mejillas.
Las pupilas intensas de Alan la miraban con obsesión. Si algo le sucedía a su hembra, moriría con ella.
—No soy débil, lobito. Soy una guerrera como tú, Alan. ¡Voy a luchar a tu lado, mi Lord! —le rugió sacando los colmillos.
Tenían que admitir que Victoria tenía más cojones que los guerreros de su feudo, que ahora miraban desde las murallas.
De lejitos, para no morir en el fuego cruzado.
“Bien, pero siem