245. EN BUSCA DE LA MAGIA
NARRADORA
—¿Le pagó a alguien para que te curara con su sangre? —Ághata le preguntó alzando una ceja, llena de sospechas.
Habían escuchado el relato de la doncella.
—Sí, sí, señora, pero no sé quién es, creo que uno de los guardias… estaba desmayada —respondió bajando la cabeza con actitud sumisa.
—¿Qué te preguntó sobre mí? ¡Como hayas dicho algo…!
—¡Yo no dije nada, Srta. Celia! ¡Ni siquiera acepté su propuesta! —se arrodilló enseguida en el suelo, temblando, justo como siempre.
—Cálmate, hija, calma —Ághata le sostuvo la mano que ya iba a pegarle a la criada.
—Ven acá —la jaló hacia una esquina—. ¿No me habías dicho que estaba muriendo? Es imposible curarse tan rápido, aunque sea sangre de un buen guerrero.
—Bueno… ahora no sé, para mí se veía grave —Celia la miró con ojos esquivos.
La vida o muerte de sus doncellas no era algo que le preocupase mucho.
Ághata suspiró y pensó en las palabras de la chica.
—Creo que tenemos aquí una buena oportunidad. Esa vampira quiso jugártela, plan