VICTORIA
Me paro frente al espejo y miro mi aspecto, el vestido se ajusta perfectamente a mis curvas y una pequeña sonrisa aparece en mi rostro.
La última vez que me vi con un vestido así; fue cuando mamá me celebro mis 16 años, fue algo sencillo. Solo nosotras dos.
Bailamos y reímos como locas, agarramos el pastel como arma mortal para atacarnos, llenando todo de glaseado, incluso nuestro cabello y eso sí fue un desastre.
Me seco una lágrima a punto de caer recordando esos momentos felices con ella y ahora... ella ya no está.
—Bueno, ahora tengo a Ben y a mí... —me quedo pensando en lo último de estos días con él, —mi compañero.
Mi madre decía que las uniones entre lobos era más especial que entre humanos, eran protectores y su amor era incondicional.
Supongo que debería dejar de Lucien entre en mi vida. No puede ser tan malo, ¿o sí?
Salgo de la pequeña casa y camino a la manada algo incómoda por los tacones, al llegar, veo a Ben esperándome con un pequeño traje de ga